El 18 de mayo se cumplen 100 años del nacimiento de Juan Pablo II y por ese motivo, Benedicto XVI, escribió una carta al cardenal Stanisław Dziwisz. En ella ofrece una clave de lectura del pontificado de su predecesor.
Explica cómo su llegada fue un revulsivo, una inyección de “entusiasmo” en una Iglesia en crisis.
También subraya “la unidad interior” que hay “entre el mensaje de Juan Pablo II y las intenciones fundamentales del Papa Francisco”. En ese sentido explica por qué su predecesor no fue “un rigorista moral”, como algunos lo intentaron dibujar.
Javier Romero