La pandemia está ampliando el sufrimiento de las poblaciones aisladas, como las de la Amazonia.
Organizaciones jesuitas, como el “Equipo Itinerante de la Amazonia”, están preocupadas por el avance del virus tan fuerte en las poblaciones indígenas. Ven con urgencia la necesidad de que los gobiernos tomen medidas claras y eficaces para evitar su propagación.
Por eso han lanzado tres acciones. Una, pedir recursos a la comunidad internacional; dos, desarrollar una dimensión ética y profética, y tres, incidencia política.
FERNANDO LÓPEZ, SJ
Equipo Itinerante de la Amazonia
“No dejar que nuestros gobiernos se crucen las manos, se crucen los brazos y digan: 'No podemos hacer nada', y dejar que la pandemia arrase con los pueblos del Amazonia y además le haga el servicio a los grandes intereses económicos que quieren seguir explotando los recursos naturales”.
Mientras que la dimensión ética se refiere a que la corrupción y los intereses particulares no se sedimenten en esta zona del planeta.
Actualmente grandes ciudades de la región, como Manaos, en Brasil, o Iquitos, en Perú, amenazan con convertirse en la puerta de entrada de la pandemia a los pueblos originarios, vulnerables y con menos recursos para combatirlo que las ciudades vecinas.
PATRICIA BLASCO
Religiosa, Compañía Misionera del Sagrado Corazón de Jesús
“Hemos creado una dependencia económica, una dependencia de salud, una dependencia de estructura de modelos de vida que no era la manera propia del lugar que se vivía en el entorno, en la naturaleza”.
Otro problema es que miles de indígenas se ven forzados a regresar a sus comunidades por la falta de ingresos, lo que aumenta las posibilidades de contagio de coronavirus.
La Iglesia de esa zona ha lanzado iniciativas como los centros de aislamiento sanitario, promovido por el Vicariato de Jaén, para que las personas en tránsito puedan hacer cuarentena antes de regresar a sus comunidades.
FERNANDO LÓPEZ, SJ
“Creo que la reflexión fundamental no es cómo ha impactado a los pueblos de la Amazonia el COVID, la reflexión fundamental es cómo ha impactado el COVID a toda la humanidad, a todo el planeta. Creo que la reflexión va por lo que ya el Papa Francisco decía en la Laudato si', que estamos celebrando el año especial, todo está profundamente conectado”.
El padre Fernando López, tiene años trabajando en defensa de las minorías indígenas. Dice que de este momento difícil nos quedan dos enseñanzas: La necesidad de cuidar de nosotros y del medio ambiente, y que no sirve si yo me salvo mientras que mi vecino lo pasa mal.
Daniel Díaz Vizzi
