En el día de los difuntos, es costumbre que el Papa rece por sus predecesores y visite algunas de sus tumbas en la Basílica de San Pedro. A pesar de todas las restricciones impuestas por el coronavirus, Francisco continuó la tradición.
Primero se detuvo ante la tumba de Pablo VI, a quien canonizó en 2019. (((00-00:22)))
También se detuvo ante la tumba de Juan Pablo I, y un momento antes, ante la de Benedicto XV.
Rezó ante la tumba de Pío XII.
Y una parada claramente obligatoria fue la tumba del primer Papa, San Pedro.
CT
Traducción: Daniel Díaz Vizzi