Cada mes el Papa pide que los cristianos recen por una intención concreta que da a conocer a través de un vídeo. Francisco recuerda en el mes de agosto que la 'vocación de la Iglesia es evangelizar'; más aún, esa es su 'identidad'. Para llevar a cabo esta misión señala el remedio de la propia conversión personal: el camino está en la 'vida diaria de cada uno' porque para cambiar la Iglesia es necesario que cada uno haga su parte. 'Empecemos reformando la Iglesia con una reforma de nosotros mismos', señala.
Al mismo tiempo el Papa envía un mensaje de esperanza. Recuerda que la Iglesia pasa por dificultades y 'crisis' porque está viva: 'Solo los muertos no entran en crisis', por lo que recomienda tomar la tarea de la propia conversión personal con ánimo y sin temor a las dificultades.