Se podría decir que Bernardo de la Madre del Buen Amor fue uno de esos “ángeles” de la Segunda Guerra Mundial.
Este joven sacerdote murió con tan solo 30 años en Polonia, y perteneció a la Congregación de la Pasión. Se caracterizó por una vida discreta y vivir la misericordia en medio de la Segunda Guerra Mundial en Polonia.
CRISTIANO MASSIMO PARISI
Postulador General, Pasionistas
“Excavaba entre los escombros para, con sus propias manos, recoger a las personas que estaban debajo, tanto a los que seguían vivos, como a los que estaban muertos. A estos últimos les daba una sepultura digna, mientras que a los heridos los cargaba en sus hombros para llevarlos al hospital”.
Pero no bastaba con eso. En medio de los bombardeos vio desplomarse el hospital cercano a su casa, y convirtió el monasterio en el que vivía en un hospital de campaña.
Además, era apasionado escritor de cartas espirituales.
CRISTIANO MASSIMO PARISI
Postulador General, Pasionistas
'Escribía breves cartas sobre un papel que doblaba y dejaba al pie del altar; el mismo día que dejaba la carta entraba un fiel y la recogía. Lo que sorprende es que pareciera que lo que estaba escrito en esa carta estaba fuese justo para ese fiel, en ese momento”.
Muchos lo comparan con el testimonio de vida del patrono de la juventud, el también pasionista San Gabriel de la Dolorosa.
CRISTIANO MASSIMO PARISI
Postulador General, Pasionistas
“Eran jóvenes muy educados y corteses, aspectos esenciales para una sana vida comunitaria. Estas dos figuras dieron un gran testimonio a través de las virtudes cardinales.
Recientemente el Papa Francisco lo declaró Venerable, siendo el único polaco entre los 7 santos, 8 beatos, 24 venerables y 9 siervos de Dios de la Congregación de la Pasión.
Daniel Díaz Vizzi
RR