Quedan pocas semanas para que representantes de la mayoría de países del mundo se reúnan en Glasgow para la COP26, la conferencia de la ONU sobre el cambio climático.
El Reino Unido ha colaborado con Italia y el Vaticano para que los líderes religiosos sean actores clave en la carrera por conseguir cero emisiones netas y frenar el calentamiento global.
NIGEL TOPPING
High-Level Climate Action Champion for COP26
“Los líderes religiosos tienen un papel único porque muchas personas, tanto dirigentes como ciudadanos, son personas de fe. La conversación sobre cambio climático se presenta como una cuestión económica, pero también es una de igualdad intergeneracional, de solidaridad entre ricos y pobres, de cuidado de la creación y de la naturaleza”.
Como el mejor modo de promover la solidaridad es actuar de forma solidaria, el Vaticano acoge la reunión “Fe y Ciencia: Hacia la COP26”. Se celebra el 4 de octubre. Es la culminación de meses de colaboración entre 40 líderes de las principales religiones y 10 científicos de primera línea para preparar un llamamiento global.
NIGEL TOPPING
High-Level Climate Action Champion for COP26
“El mensaje es: 'Tenéis la responsabilidad ante los ciudadanos a los que representáis de tomar las difíciles decisiones necesarias para cuidar esta tierra para las generaciones futuras”.
Nigel Topping dice que la situación del planeta es muy grave, y anima a quienes consideran que la crisis medioambiental es una causa perdida, a confiar en la creatividad humana.
NIGEL TOPPING
High-Level Climate Action Champion for COP26
“Hemos visto caer en picado el coste de las tecnologías que necesitamos para inclinar la balanza: la solar, la eólica, el almacenamiento en baterías. Ahora estamos viendo que el hidrógeno verde o el acero verde empiezan a crecer. Así que hay que ver las señales de que aumenta la ambición y la acción. Sabemos cómo hacer esta transición. Es una cuestión de voluntad política, y por eso es tan importante el llamamiento de los líderes y de las comunidades religiosas”.
Para Nigel Topping es inevitable alcanzar cero emisiones netas de Carbono. Pero de “la decisión individual y colectiva depende el que lo hagamos lo suficientemente rápido como para evitar los peores daños”.
CT
MG