Los ucranianos huyen de su patria. Muchos de ellos se enfrentan a la dura decisión de dejar atrás a sus familias.
Entre ellos, Khrystyna, una periodista ucraniana, que huyó a Polonia ante el temor de no poder seguir informando en Ucrania. Al final consiguió llegar a Roma, pero su familia ha decidido quedarse en Ucrania y ayudar en la guerra.
KHRYSTYNA GOLOVKO
Periodista ucraniana en Roma
“Mi madre es enfermera, está ayudando a la gente, y también mi hermano. Decidieron estar en el país y defender y ayudar al ejército, y creo que mucha gente hace lo mismo”.
Tras la invasión, Khrystyna dice que su papel cambió rápidamente. Pasó de escribir artículos en la sección de sociedad a guías sobre cómo buscar refugio y hablar con los niños sobre la guerra.
Dice que ahora más que nunca el trabajo de los periodistas en Ucrania es esencial, algo a lo que el Papa aludió en su Ángelus del domingo.
FRANCISCO
“Y también quiero dar las gracias a los periodistas que, para garantizar la información, arriesgan sus propias vidas”.
Las condiciones no son fáciles para los periodistas que siguen en Ucrania. Deben trabajar cerca del peligro y están haciendo frente a las olas de desinformación que se difunden en la red.
KHRYSTYNA GOLOVKO
Periodista ucraniana en Roma
“Muchos de nuestros colegas están en Kiev, trabajan con ataques de bombas, pero siguen trabajando”.
“Rusia hace cuentas falsas de internet y nosotros tratamos de defender nuestros sitios web e intentar escribir noticias, e informar sobre la situación en Ucrania”.
Como resultado, el periódico de Khrystyna, Ukrayinsʹka Pravda, ha lanzado una versión en inglés desde la invasión, para que los extranjeros puedan encontrar noticias sobre la guerra en Ucrania de fuentes fiables.
Incluso desde la distancia, sigue proporcionando información valiosa tanto a los extranjeros como a los ucranianos, y desempeñando un papel de apoyo a su país en tiempos de guerra.
JM