Carmela Mancuso vio por última vez al papa Francisco el día antes de morir, el domingo de Pascua. Y continuó con su tradición: llevarle flores amarillas.
CARMELA MANCUSO
Me acerqué allí al papamóvil, llevé estas flores y lo abracé. Luego le dije: muchos saludos y augurios de parte de todos mis amigos, de todos mis familiares y de todo el mundo. ¡Feliz recuperación! Y él… yo le besé las manos. Bueno, igual que ayer. También hoy me regaló una corona del Rosario. Ayer por la noche me había dado otra. La de hoy es de color rojo.
Cuando Francisco salió del hospital, la reconoció inmediatamente. De hecho, las 12 únicas palabras que pronunció fueron para ella.
FRANCISCO
Gracias a todos. Y veo a esta señora con las flores amarillas. Es buena.
Carmela también quiso despedirse de él y se acercó a la basílica, no sin olvidar, como siempre, su ramo de flores amarillas.
BAM