La Pascua en el Vaticano inició con una vigilia en donde se bautizaron varios adultos.
Al día siguiente el exarcipreste de la basílica de San Pedro presidió la misa que precedía la bendición Urbi et Orbi. El papa solo salió al final, para impartir la bendición.
Era el momento más esperado por los fieles.
FRANCISCO
Queridos hermanos y hermanas: feliz Pascua. Pido al maestro de ceremonias que lea el mensaje.
El mensaje, como suele ser habitual, se centró en la paz. Aunque este año puso el acento en la necesidad de que la comunidad internacional fomente el diálogo antes que el rearme.
Ninguna paz es posible sin un verdadero desarme. La exigencia que cada pueblo tiene de preparar su propia defensa no puede transformarse en una carrera general de rearme.
En el mensaje el papa citó algunos de los lugares del mundo más castigados por la guerra o las crisis humanitarias; aunque no hizo mención alguna a los países en crisis de América Latina. También criticó el aborto o la eutanasia porque dijo que para Dios cada vida es preciosa.
Al terminar el papa realizó un gesto inesperado: salió en papamóvil para saludar a los fieles más de cerca, en la plaza.
Fue un esfuerzo importante en un día bastante atareado para el pontífice, porque además de la bendición Urbi et Orbi, también tuvo un encuentro privado con el vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance.
JRB