Doce años de pontificado. Doce años de reformas. Por un lado la económica; que obligó a hacer más controles internos en las cuentas vaticanas.
El objetivo era evitar escenas como esta: el arresto de un monseñor acusado de presunto reciclaje de dinero.
GIANLUIGI NUZZI
Periodista
Los revisores indican al papa la situación que podemos resumir en esta frase: hay una casi total ausencia de transparencia en los balances de la Santa Sede.
Por otro lado estuvo la reforma contra los abusos sexuales en la Iglesia. En 2019 el papa convocó a los presidentes de todas las conferencias episcopales del mundo. El objetivo era sensibilizarlos sobre la necesidad de tomar medidas.
El papa hizo reformas. Para prevenir y juzgar mejor los presuntos abusos. Aunque hay oficiales del Vaticano que señalan que los procesos siguen sin ser transparentes.
MONS. LUIS ALÍ HERRERA
Pontificia Comisión para la Tutela de Menores
La queja permanente, constante, es la falta de comunicación. Comienza un proceso canónico y después muchas de estas víctimas no saben absolutamente nada de este proceso. Esta misma situación, esta misma queja, no solo lo dicen de los organismos de la curia romana, sino de las iglesias particulares, las diócesis, de los encargados de sus procesos canónicos.
Por otro lado, quizás su cara menos comprendida dentro de la Iglesia, o en la que más polémicas suscitó entre los católicos, ha sido la cuestión de la relación con la homosexualidad y el ámbito LGTBI.
Sobre todo cuando decidió estudiar si se podía realizar un tipo de bendición para parejas del mismo sexo.
CARD. VÍCTOR MANUEL FERNÁNDEZ
Prefecto, Dicasterio para la Doctrina de la Fe
Ha habido una innovación magistral. Una innovación en la manera de entender las bendiciones. El papa ha querido ampliar la comprensión de las bendiciones para desarrollar su riqueza pastoral. Es decir, ayuda a entender que hay bendiciones que no confirman, no sancionan, no consagran, no justifican nada. Son solo una oración del ministro para expresar la ayuda de Dios para seguir viviendo.
Polémicas aparte, lo que no se puede dejar de lado son sus cifras: 47 viajes y casi 70 países. El más largo de todos lo hizo con 87 años. Fue en 2024 cuando visitó entre otros, el país con más musulmanes del mundo, Indonesia, para dejar escenas como esta y mandar un mensaje contra el fundamentalismo religioso.
Aunque si por algo ha destacado el pontífice es por sus gestos. Con pobres… con enfermos. O con marginados.
Uno de los más entrañables tuvo lugar en una sencilla parroquia romana, con el abrazo que dio al niño que le preguntó si su padre, recientemente fallecido y ateo, estaba en el cielo.
JRB