La Cuaresma se ha dado por iniciada en Roma con la celebración del Miércoles de Ceniza y la previa peregrinación hasta la Basílica di Santa Sabina.
Este año, debido al ingreso en el hospital papa Francisco, la celebración ha sido presidida por el cardenal Angelo de Donatis, quién leyó la homilía preparada por el pontífice.
ANGELO DE DONATIS
Las sagradas cenizas, esta tarde, se esparcirán en nuestra cabeza. Ellas reviven en nosotros la memoria de lo que somos y la esperanza de lo que seremos. Nos recuerdan que somos polvo, pero nos dirigimos hacia la esperanza a la que estamos llamados.
En la homilía se reflexionó sobre la fragilidad humana y del mundo actual.
ANGELO DE DONATIS
Nos damos cuenta de que somos frágiles cuando nos descubrimos expuestos, en la vida social y política de nuestro tiempo, al polvo sutil que contamina el mundo: la contraposición ideológica, la lógica de la prevaricación, el retorno de viejas ideologías identitarias que teorizan la exclusión de los demás, la explotación de los recursos de la tierra, la violencia en todas sus formas y la guerra entre pueblos. Todas son “polvos tóxicos” que ofuscan el aire de nuestro planeta, impiden la convivencia pacífica, mientras cada día crecen dentro de nosotros la incerteza y el miedo del futuro.
Varios de los cardenales presentes en Roma participaron en la celebración litúrgica donde la ceniza tiene un papel protagonista.
Con esta celebración, se inicia en la Iglesia católica el período de Cuaresma que sirve de preparación para la Semana Santa.
BAM
