Desde Etiopía hasta Haití. La organización de voluntarios Mary's Meals ayuda diariamente a que más de dos millones de menores no mueran de hambre en 16 de los países más pobres del mundo.
El secreto de su eficacia consiste en ser prácticos.
MAGNUS MacFARLANE-BARROW
Fundador, Mary's Meals
Creo que uno de nuestros secretos clave es nuestra sencillez y nuestro enfoque. Queremos hacer una cosa y hacerla muy bien. Y esa única cosa era dar de comer todos los días a los niños más pobres en los centros educativos. Así satisfacemos su necesidad inmediata de alimentación pero, al mismo tiempo, al llevar la comida al colegio, hacemos que vayan a clase. Así abordamos esa causa subyacente de la pobreza.
Magnus, fundador de Mary's Meals, aplica con sencillez su experiencia de pescador escocés.
Su organización se encarga de conseguir los donativos. Luego comprar los alimentos a empresas locales de cada país. De este modo mejora la economía del lugar y ofrece alimentos frescos a los niños. Así evita largos y complicados viajes para transportar alimentos no perecederos que sobrevivan a la travesía.
MAGNUS MacFARLANE-BARROW
Fundador, Mary's Meals
Una de las principales razones por las que funciona este sistema es que se trata de un modelo de propiedad comunitaria. Es decir; el trabajo de cocinar y servir las comidas cada día lo llevan a cabo voluntarios locales. Gente de su propia comunidad. Y trabajamos a través de organizaciones locales asociadas. Muy a menudo organizaciones que están en esas comunidades. Además, los alimentos que proporcionamos se compran allí. Son productos locales. Ayudamos a los agricultores locales, apoyamos el crecimiento de la economía local. Todas estas cosas ayudan a superar algunos de los retos de los que hemos hablado.
Magnus compartió su experiencia en el Vaticano, a donde viajó para participar en la cumbre sobre los derechos de los niños. En ese foro participaron la reina de Jordania o el expresidente del Banco Central Europeo. Ante ellos puso sobre la mesa su experiencia y alguna que otra reflexión crítica.
MAGNUS MacFARLANE-BARROW
Fundador, Mary's Meal
A día de hoy, nos cuesta 25 dólares de media alimentar a un niño todos los días el año
escolar completo. Alimentar a cada uno de los niños que aún no reciben estas comidas en
los países con la renta per cápita más baja del mundo, costaría apenas 3 mil millones de
dólares. En el Reino Unido, gastamos el triple de esa cantidad cada año en nuestros perros.
Y no tengo nada en contra de los perros, pero esto me causa una vergüenza atroz.
También lamentó el hecho de que la situación está empeorando en muchos lugares del mundo. Señaló que los motivos eran las guerras, el clima extremo, las crisis económicas y el recorte de ayudas por parte de los países más ricos.
En ese sentido renovó su llamamiento a la solidaridad e insistió en su mensaje: basta donar 25 dólares para que un menor pueda alimentarse durante todo un año.
JRB