La agenda de Francisco estuvo a pleno rendimiento, a pesar de la bronquitis. Solo el 10 de febrero, el papa mantuvo seis encuentros oficiales en Casa Santa Marta. Recibió, por ejemplo, al rector de la Gran Mezquita de París.
Pero el pontífice tuvo otras dos reuniones de alto nivel. Estuvo con la encargada de la Política Exterior y Seguridad de la Unión Europea. Es la mujer que ahora sustituye al español Josep Borell.
Según lo que ha publicado en sus redes sociales la líder de la diplomacia europea, entre los temas, hablaron de la guerra en Ucrania y de la necesidad de una paz justa y duradera.
Otro de los encuentros políticos del día fue con el candidato a director general de la Unesco, que es la rama de la ONU encargada de la Educación, la Cultura y la Ciencia.
En estos encuentros, al papa se le vio bien. Recibió a las visitas de pie, dialogó con ellos e intercambió regalos. Unos encuentros al uso como los que suele tener en el Palacio Apostólico, pero por su salud, se han trasladado a Santa Marta.
CA