El papa se reunió en Casa Santa Marta con una delegación de la red Talitha Kum, con motivo de la Jornada de Oración por la Trata de Personas. Francisco destacó la violación de derechos humanos que supone la trata.
FRANCISCO
No podemos aceptar que tantas hermanas y tantos hermanos sean explotados de manera tan despreciable. El comercio de cuerpos, la explotación sexual, incluso de niños y niñas, el trabajo forzado son una vergüenza y una violación gravísima de los derechos humanos fundamentales.
Francisco hizo un llamado a que todos asuman la responsabilidad de plantar cara a este tipo de criminalidad, que afecta, sobre todo, a las personas que están en situaciones más vulnerables.
FRANCISCO
Animo a todas las organizaciones de esta red y a todas las personas que forman parte de ella a seguir uniendo fuerzas, poniendo en el centro a las víctimas y los sobrevivientes, al centro, escuchando sus historias, cuidando sus heridas y amplificando su voz.
El papa también recordó la historia de Santa Josefina Bakhita, quien, a pesar de sus sufrimientos, logró liberarse y se convirtió en un símbolo de esperanza. A todos los asistentes, les animó a ser embajadores de la misma esperanza.
BAM
