Imagínense juntar en el Vaticano a eminencias de los campos más diversos: desde políticos de gran nivel, pasando por altos cargos del deporte, nóbeles de la paz, y hasta la realeza. Fue lo que hizo el papa en una cumbre por los derechos de los niños.
Los mensajes fueron potentes; con mayor impacto internacional aún si vienen de una Casa Real. Rania de Jordania no quiso pasar por alto que, a veces, se normalizan imágenes de menores al más puro estilo película de terror.
RANIA AL-YASSIN
Reina de Jordania
En cada noticia o vídeo marcado como 'sensible' en las redes sociales, están ahí: sangrando y tapándose los oídos tras un ataque aéreo; con quemaduras tan graves que sus propios padres ni siquiera pueden reconocerlos; asistiendo a horrores que se han difuminado de nuestras pantallas para nuestra protección. Piénsenlo. La realidad que viven se considera demasiado gráfica incluso para que la vean los adultos.
Y, para infierno, el que tuvo que pasar esta mujer. Su infancia estuvo marcada por la persecución nazi. Su marca, el número que jamás olvidará: el 75.190. Fue el que le tatuaron al llegar siendo una niña al campo de Auschwitz.
De casi un centenar de menores, Liliana fue una de las 35 que consiguió ser liberada. A sus 94 años, en ocasiones, sigue siendo señalada.
LILIANA SEGRE
Senadora vitalicia de la República de Italia
A pesar de todo, sé que cuando se da paso al odio, se contamina la convivencia humana. Esto es lo que pretendo testimoniar hoy. En un momento en que hay tanto odio a mi alrededor, soy la mujer más vieja de Europa que tiene escolta, y se me insulta y ataca sin haber hecho nada.
Aunque el tema era serio, también hubo pequeños toques de humor. Uno de ellos vino del presidente de la FIFA. Lo hizo con el que es, casi seguro, el objeto más reconocido de la historia.
GIANNI INFANTINO
Presidente de la FIFA
Lo que en realidad parece una simple pelota es un objeto mágico, porque si te miras la cara cuando saqué esta pelota, se te dibuja una sonrisa. Y es la misma sonrisa que se le dibuja en la cara a todos los niños del mundo a los que regalas una pelota así.
Pero ese balón escondía un fuerte mensaje: el del fútbol como medio educativo para captar la atención de los más pequeños.
El encargado de poner el broche final a la cumbre fue el papa. Y quiso que lo hablado en ese día no quedase en el aire, empezando por actuar él mismo.
FRANCISCO
Por mi parte, para dar continuidad a este compromiso y promoverlo en toda la Iglesia, tengo la intención de preparar una carta, una exhortación, no sé, dedicada a los niños.
Una decisión de Francisco que todos celebraron. Tanto es así que los aplausos se alargaron sin cesar más de un minuto.
El papa llegó incluso a poner en pie a algunas de las personas más influyentes del panorama mundial.
CA