Es tradición que el papa bautice a hijos de empleados del Vaticano en el mismo domingo del bautismo de Jesús.
El escenario suele ser nada menos que la Capilla Sixtina, el lugar donde se decide en qué manos dejar el futuro de la Iglesia en cada cónclave. En esta ocasión el papa suele recordar la importancia de este sacramento para los católicos.
FRANCISCO
Y ellos son los protagonistas en esta ceremonia. Que hablen, que caminen, que griten… ellos mandan porque es su fiesta. Recibirán el don más hermoso, el don de la fe, el don del Señor.
Esta es una de las tradiciones más entrañables de cuantas se pueden ver tras los muros de Ciudad del Vaticano.
JRB