Roma se ha blindado para el Jubileo. La capital italiana ha implementado un amplio dispositivo de seguridad, propio de grandes eventos como finales de fútbol, conciertos o, en este caso, el Año Santo, que traerá a millones de turistas a la ciudad eterna.
Solo a pie de calle, se han incorporado unos 700 agentes adicionales, que ahora se suman al masivo despliegue policial y militar ya previsto, que cuenta con francotiradores, guías caninos y dispositivos especiales antiterroristas.
En el Vaticano, además, se ha instalado esta zona portátil de la Policía de Roma para actuar rápido en caso de emergencia. Además, ahora los controles para entrar en la plaza han aumentado y son más estrictos. Hay que pasar mínimo dos.
También hay sistemas antidrones, anti-hackeo y se está usando la tecnología avanzada, con la inteligencia artificial, para seguir a tiempo real los focos de congestión en la plaza de San Pedro.
Una de las máximas preocupaciones es que Roma se pueda convertir en el centro de la diana para un ataque terrorista. De ahí la alta vigilancia no solo en las inmediaciones del Vaticano, sino en toda la ciudad donde se pueda congregar mucha gente.
Todo esto también después de que, en Alemania, un hombre embistiese un mercadillo navideño, dejando cinco fallecidos y más de 200 heridos.
Aunque Italia no ha declarado la alerta terrorista para este tipo de evento, sí ha extremado las precauciones. Por ejemplo, a pocos metros de la plaza, se han instalado estos pivotes para evitar este tipo de acciones por parte de los llamados 'lobos solitarios'.
Además, desde el Ministerio del Interior, se ha pedido que se aumenten los controles a quienes tienen riesgo de radicalizarse. De hecho, en 2024, el Comité Antiterrorista del país expulsó a 82 extranjeros por ser altamente peligrosos.
CA