El mensaje de Navidad del papa fue muy claro y contundente.
FRANCISCO
En esta Navidad, inicio del año jubilar, invito a cada persona, cada pueblo y nación a tener la valentía de atravesar la Puerta Santa, a hacerse peregrinos de esperanza, a hacer callar las armas. A hacer callar las armas y a superar las división.
Que el jubileo sea una ocasión para perdonar las deudas, sobre todo a los que afectan a los países más pobres.
El papa hizo una gran invitación a la paz mundial. Desde Ucrania pasando por Tierra Santa hasta Myanmar. Tampoco faltaron llamamientos por la armonía social en países como Nicaragua o Venezuela. Y también pidió el fin del terrorismo que asola países africanos del Sahel.
Aunque el eje fundamental del mensaje de Navidad del pontífice fue espiritual.
FRANCISCO
Hermanas, hermanos: las puerta del corazón de Dios está siempre abierta, volvamos a Él. Volvamos al corazón que nos ama y nos perdona. Dejémonos perdonar por Él, dejémonos reconciliar con Él. Dios perdona siempre. Dios perdona todo. Dejémonos perdonar por Él. Esto es lo que significa la Puerta Santa del Jubileo que ayer por la tarde abrí aquí en San Pedro.
Desde el Vaticano el papa animó a hacer un examen de conciencia profundo y a tener la valentía de cambiar de mentalidad y de pedir perdón.
JRB