El Sínodo todavía sigue siendo de obispos o, al menos, sigue siendo el nombre oficial de este organismo consultivo del Vaticano. Pero entre sus miembros ya hay mujeres y laicos que, por primera vez, han podido votar en las asambleas.
Con la mirada puesta en el próximo Sínodo, se ha instituido ya el consejo ordinario, es decir, el órgano que se encargará de prepararlo según las intenciones del papa.
Son 17 miembros, de los cuales cuatro van por nómina pontificia; lo que viene siendo a elección del papa. Hasta ahora, en ese consejo no había personas que no fueran obispos; por tanto, no había ninguna mujer.
Esto acaba de cambiar. Francisco ha incluido en la lista a Sor Simona Brambilla, secretaria del Dicasterio para la Vida Consagrada; y a la argentina María Lía Zervino, miembro del Dicasterio para los Obispos.
La novedad que señala el Vaticano es que los nombramientos pontificios ya no tendrán que ser necesariamente obispos. Las otras dos personas elegidas por Francisco son Jean Claud Hollerich y el arzobispo de Turín, recién creado cardenal.
Todavía falta por saber quién será el próximo secretario general, que tendrá que estar al frente del siguiente Sínodo. Hasta ahora, quien ostentaba este puesto era el cardenal Mario Grech.
CA
