En Roma, ya ha llegado el frío y las audiencias generales se han trasladado al aula Pablo VI. Francisco suele entrar con bastón, pero esta vez lo hizo en silla de ruedas.
El pontífice sigue con el moratón visible en la barbilla debido a un golpe con la mesilla de noche. También, con la voz tomada. Pero eso no le impidió saludar a los peregrinos e impartir su catequesis semanal.
El papa tuvo palabras para Siria, que se encuentra en estos momentos en un punto crítico de incertidumbre, tras más de una década en guerra civil.
FRANCISCO
Sigo de cerca lo que ocurre en Siria en este delicado momento de su historia. Espero que se alcance una solución política que, sin más conflictos ni divisiones, promueva de manera responsable la estabilidad y la unidad del país. Rezo por intercesión de la Virgen María para que el pueblo sirio pueda vivir en paz y seguridad en su amada tierra.
Pocos meses después de ser elegido papa, en 2013, Francisco convocó por Siria una jornada de oración y ayuno. Durante su pontificado, no ha cesado en enviar mensajes en sus apariciones públicas para que la paz llegue al país.
CA