Francisco impartió su última catequesis sobre el Espíritu Santo y la Iglesia. Fue en el Aula Pablo VI ante miles de peregrinos.
De esta forma, el papa dio por concluido este ciclo, que terminó con una reflexión sobre cómo el Espíritu puede conducir hacia Jesús.
RESUMEN DE LA CATEQUESIS SEMANAL EN ESPAÑOL:
Queridos hermanos y hermanas:
Hoy finalizamos el ciclo de catequesis sobre el Espíritu Santo y la Iglesia, dedicando esta última reflexión al tema de la esperanza cristiana. El Espíritu Santo es la fuente que mantiene siempre viva la esperanza, es la vela que impulsa a la barca de la Iglesia a navegar por el mar de la historia. Su presencia en nuestra vida nos ayuda no sólo a tener esperanza, sino a irradiarla, a brindarla a la humanidad, que tanto la necesita. La esperanza es una de las tres virtudes teologales —junto con la fe y la caridad—, porque tiene como origen, motivo y objeto a Dios Uno y Trino. Estas tres virtudes son la garantía de la presencia y la acción del Espíritu Santo en las facultades del ser humano. La esperanza, por tanto, no es una virtud pasiva, que se limita a aguardar que las cosas sucedan; sino que es activa, porque el Espíritu la impulsa a luchar por lo que se anhela. Dar razones de la esperanza que habita en nosotros es una de las primeras y más eficaces formas de evangelización, y está al alcance de todos. ¡Seamos testigos de la esperanza que no defrauda!
Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española. Mañana celebramos la fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe. Pidámosle a nuestra Madre del cielo que nos enseñe a confiar en Dios y a ser sembradores de esperanza en el camino de la vida. Que Jesús los bendiga y la Virgen Morenita los cuide. Muchas gracias.
CA