La Vigilia de Navidad, el 24 de diciembre, el Papa Francisco abrirá la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro. Con el martillo en mano, el obispo de Roma simboliza el derribo de un muro que abre las puertas a un año especial en la Iglesia.
Un año especial porque se cumplen 2025 del nacimiento de Cristo. Precisamente por eso el año jubilar empieza en la vigilia del 25 de diciembre y no el 1 de enero. A partir de ahí se abre un periodo en el que se facilita el perdón de los pecados más graves y se ofrece más ayuda para la reconciliación.
La puerta Santa de la Basílica de San Pedro no es la única que derribará el papa Francisco. El día 26 abrirá simbólicamente la puerta en la cárcel de Rebibbia, un centro penitenciario de Roma en el que estuvo en la pasada Semana Santa. Allí pudimos ver estas emocionantes imágenes.
El papa tiene muy claro que las puertas del perdón se abren también para quienes han cometido pecados graves, para quienes están más alejados de Dios.
Tras esta ceremonia en la cárcel, el Papa abrirá las puertas santas de las otras tres basílicas papales de Roma. El día 29 de diciembre será en la catedral de la ciudad, San Juan de Letrán. El 1 de enero abrirá la puerta Santa en Santa María la Mayor. Y el día 5 de enero, víspera de Reyes, abrirá la puerta Santa en San Pablo Extramuros.
Desde el mes de enero el papa tendrá todas las semanas dos audiencias generales. Además de la de los miércoles, también los sábados se encontrará con los peregrinos que hayan venido a Roma.
Los grandes eventos que se desarrollarán en la Ciudad Eterna arrancan con el Jubileo de la Comunicación, que reunirá a periodistas de todo el mundo a finales de enero. En febrero habrá jubileo de Artistas, de la Policía y el Ejército y de los diáconos.
Entre marzo y abril acudirán a Roma profesionales sanitarios y Voluntarios. Y a final de abril tendrá lugar la canonización de Carlo Acutis, en el jubileo de los Adolescentes.
Trabajadores y empresarios tendrán su jubileo en mayo, así como las familias y los niños. Mientras que en junio serán los movimientos y nuevas comunidades, así como los deportistas y gobernantes.
Otro de los momentos más esperados del año será el Jubileo de los Jóvenes, que coincidirá con el de los ‘influencers’ católicos, entre el 28 de julio y el 3 de agosto. Se esperan cientos de miles de personas en esas fechas.
Septiembre será el mes de los catequistas. Y en octubre los misioneros y la vida consagrada tendrán su jubileo. Mientras que en noviembre tendrán su espacio los educadores.
He mencionado solo algunos de los grandes eventos de este próximo año, que sobre todo busca transmitir esperanza en un mundo castigado por la violencia y la injusticia. De hecho, el lema del Jubileo es ‘Peregrinos de la Esperanza’.
FRANCISCO
“La necesitan los jóvenes, que frecuentemente se sienten desorientados pero deseosos de vivir en plenitud; la necesitan los ancianos, a quienes la cultura de la eficiencia y del descarte ya no sabe respetar ni escuchar”.
Necesitamos esperanza también para confiar en que Roma pueda hacer frente a la corrupción. En el curso de las obras públicas del Ayuntamiento de la ciudad para el Jubileo, la Guardia de Finanzas investiga a un empresario por actividades mafiosas para beneficiarse de cerca de 100 millones de euros en contratos públicos. Hasta la fecha hay cinco funcionarios del Ayuntamiento sospechosos de haber recibido pagos de este empresario.
Así se explica que algunas de las obras previstas para el Jubileo no estén terminadas a tiempo o apenas generen impacto en la ciudad. Será difícil moverse por Roma durante este año jubilar, porque la corrupción paraliza iniciativas y genera problemas que solo benefician a los delincuentes en esta maravillosa ciudad.
AO