Hace 10 años, las pensiones en el Vaticano no corrían peligro. O, al menos, es lo que señalaban los expertos hablando, incluso, de cara al futuro.
ARCHIVO, 2014
JOSEPH ZAHRA
Vicecoordinador Consejo de Economía
El Consejo reconoce y da a conocer que las pensiones están aseguradas. Tanto para todos los los empleados de la Santa Sede y el Governatorato como para los pensionistas y la próxima generación.
Una década después, la situación parece ser crítica. Es lo que se intuye con la carta que ha enviado el papa a los cardenales y altos cargos de la curia:
El sistema actual no es capaz de garantizar a medio plazo el cumplimiento de la obligación de pago de las pensiones para las generaciones futuras.
Francisco les señaló se necesitan medidas estructurales urgentes e inaplazables. De ahí, su decisión de nombrar al cardenal Kevin Farrell administrador único del Fondo de Pensiones.
Estas disposiciones forman parte del objetivo del papa para conseguir que el Vaticano tenga 'déficit cero'. En septiembre, ya envió una carta a los cardenales en la que les decía que había que reducir costes.
Estas palabras se materializaron cuando, en octubre, la Secretaría para la Economía anunció un ajuste de salarios para los cardenales: 500 euros menos al mes de sueldo.
Una nueva medida que se suma a las que ya impulsó Francisco en el pasado: les bajó un 10% del la nómina en 2021 y quitó el descuento en el alquiler de las casas propiedad del Vaticano.
CA