La Jornada Mundial de los Pobres ha dejado muchos momentos destacados. Uno de ellos ha sido el gesto personal que tuvo el papa con un necesitado.
La semana pasada Francisco había recibido un par de zapatos nuevos, de la talla 42, y decidió donarlos a la oficina vaticana encargada de la caridad: la limosnería pontificia. Esta se la entregó a Giuseppe, que lleva años viviendo en la calle. Así lo ha confirmado el cardenal responsable de ese departamento.
El domingo se había celebrado un almuerzo para las personas necesitadas. El papa compartió la comida con 1300 invitados sin recursos.
BAM