Los enfermos en Nicaragua no pueden recibir la unción de enfermos. Es una de las últimas medidas del régimen de Ortega, donde se está prohibiendo a los sacerdotes visitar los hospitales públicos para impartir este sacramento.
Así lo denuncia en sus redes sociales la abogada en el exilio, Martha Patricia. La nicaragüense, a través de sus contactos anónimos en el país, lleva años documentando la persecución a los católicos.
La activista también señaló al medio local La Prensa que el clero está “bajo vigilancia” y que la policía los está “asediando”. De hecho, dijo que otro sacerdote tuvo que huir del país tras recibir amenazas.
Los datos de exiliados hasta el momento son los siguientes: 255 religiosos, incluidos obispos, seminaristas y monjas. Algunos de ellos deportados a Roma por mediación de la Santa Sede.
Por otro lado, según el último informe de la ONG Nicaragua Nunca Más, el régimen ha cancelado 1235 entidades religiosas. Además, no dudan en afirmar que se trata de la peor represión de la historia de Nicaragua hacia la Iglesia católica.
CA