Que no se vea, no significa que no exista. Es el modus operandi de la diplomacia vaticana, presente en muchas partes del mundo, sobre todo, en mitad de los conflictos.
Fue lo que explicó el arzobispo Gallagher en la Universidad de Lublin. Habló de cómo funciona internamente la diplomacia de la Santa Sede. También, de uno de sus pilares: la discreción y el silencio en muchas de sus acciones.
MONS. PAUL RICHARD GALLAGHER
Secretario para Relaciones con los Estados
Estas actividades incluyen Ucrania, el Cáucaso, Palestina, Yemen, Sudán… Se podrían nombrar unos cuantos puntos fijos en el mapa que implican siempre a los diplomáticos de la Santa Sede. La Santa Sede actúa como supersocios, buscando el mayor terreno común posible.
Pasando a la actualidad, a Gallagher le preguntaron por la visión de la Santa Sede en el conflicto en Tierra Santa.
MONS. PAUL RICHARD GALLAGHER
Secretario para Relaciones con los Estados
Nuestro objetivo es limitar, cerrar el conflicto en Gaza, limitar la violación de los derechos de ambas partes y entrar en el campo de las negociaciones para una solución interestatal entre Israel y Palestina, de manera que los dos pueblos creen las condiciones para la coexistencia en paz. En primer lugar, introducir y cerrar el capítulo en el que se matan unos a otros y comenzar el capítulo del diálogo.
El diplomático también habló de cómo está las relaciones con China y sobre el nombramiento de obispos. La Santa Sede y el gobierno del país renovaron el acuerdo por otros cuatro años.
MONS. PAUL RICHARD GALLAGHER
Secretario para Relaciones con los Estados
Las relaciones con China no son relaciones diplomáticas y nuestras acciones hacia China o con China no están encaminadas a establecer relaciones internacionales, diplomáticas. Tenemos una relación de este tipo con la República de Taiwán y ese es el único tipo de relación. Por otro lado, sí cooperamos con los chinos en temas como el nombramiento de obispos, y aquí tenemos conflictos.
La relación entre China y la Santa Sede es complicada. No mantienen lazos diplomáticos, en parte, porque el Vaticano reconoce a Taiwán, la isla que el gobierno chino considera de su territorio.
CA