El papa ya había visitado este cementerio en 2018. Y el mensaje que dejó fue el mismo: esta imagen. Un pontífice rezando en silencio ante las tumbas de niños que fallecieron o incluso de bebés que no llegaron a nacer. A este lugar se le llama “El Jardín de los Ángeles”.
Durante la misa no pronunció ninguna homilía. En 2018 sí que lo hizo. Subrayó la importancia de pensar en la historia de la propia familia, del propio pueblo. En aquellos que precedieron a los que hoy viven.
2018
FRANCISCO
La memoria nos hace entender que no estamos solos. Somos un pueblo. Un pueblo que tiene historia, que tiene pasado y que tiene vida. Es la memoria de muchos que han compartido con
nosotros el camino. Que están aquí.
Con respecto a 2018 se ve un papa más cansado pero igual de activo. Francisco ahora se mueve en silla de ruedas, pero a sus 87 años sigue manteniendo un ritmo de encuentros públicos y oficiales sin grandes variaciones con respecto a cuando inició su pontificado.
JRB