Los Museos Vaticanos crecen. Ahora esta colección única de autorretratos ensancha la oferta que ofrecen al público. Se llama “Io dipinto”, algo así como “El yo dibujado”.
Se trata de obras realizadas por grandes artistas de finales del XIX y, sobre todo, la primera mitad del siglo XX. Entre ellos que destaca, por ejemplo, esta obra de Giorgio de Chirico y de grandes exponentes de la escuela romana. También de algunos españoles como José Ortega
MICOL FORTI
Área S.XIX y Arte Contemporánea, Museos Vaticanos
El autorretrato siempre ha sido una prueba que mide la relación con uno mismo antes que con el público. Lo ha sido para los artistas del siglo XX como para los de ahora. Es un género artístico que pone en relación lo que está dentro con lo que se ve fuera. Lo que soy y lo que quisiera que los demás vieran de mí.
ROSALIA PAGLIARANI
Área S.XIX y Arte Contemporánea, Museos Vaticanos
Ahí hay otro tema que es el de la identidad: lo que cambia dentro de uno mismo y también se afronta la cuestión de las máscaras que nos ponemos ante los demás.
Máscaras que se usan para aparentar ser mejores de lo que en realidad se es o también autorretratos satíricos. Un enorme campo de pruebas que pone en juego distintos tipos de arte y los combina con la introspección o la psicología.
Todas estas obras han sido donadas a los Museos Vaticanos por los descendientes de un particular, el emprendedor romano Franco Nobili, que tenía la pasión por este género. Su casa estaba así de llena de autorretratos.
Los amantes del arte moderno encontrarán este pequeño tesoro en este espacio de los Museos Vaticanos. Se trata de un área querida por Pablo VI quien detrás de la iniciativa pretendía fomentar el diálogo de la fe con el arte moderno. Por tanto se trata de un espacio destinado a crecer con el paso del tiempo.
JRB