La nueva encíclica recoge muchas de las ideas que Francisco ha ido dejando a lo largo de su pontificado.
Por un lado llama a la coherencia personal. A que cada uno construya una personalidad libre, responsable. Para eso aconseja invertir en lo que otras veces llamó “la armonía de los tres lenguajes”.
FRANCISCO
Y esos tres lenguajes, el de la cabeza, el del corazón y el de las manos armonizados. A tal punto que yo piense lo que siento y lo que haga. Sienta lo que pienso y lo que hago y haga lo que siento y lo que pienso. La armonía de los tres lenguajes.
Por otro lado advierte del peligro de dejarse llevar por estilos de vida que sean narcisistas, interesados e individualistas o que no ayuden a conectar con el corazón de uno mismo. Que anestesien.
En ese sentido dijo que es importante abrirse al prójimo. Que no se puede construir una vida solo sin el amor gratuito de otros. Dijo que acoger ese amor es importante porque, además, ayuda a no encerrarse en los momentos difíciles.
FRANCISCO
Lo peor que puede suceder en la vida es que el dolor te cierre. Es un poco el gesto… de los dientes. El dolor te hace arisco. Dejar lugar a la caricia. El dolor pide ser acariciado. El dolor pide eso. Dejar lugar a la esperanza. Cuando el dolor se cierra en sí mismo es venenoso siempre.
En ese sentido reflexionó sobre lo importancia de abrirse a experiencias como la de recibir consuelo, porque ayuda a saber ofrecerlo a los demás en el futuro.
El nombre de la encíclica es “Dilexit Nos” y es un intento de convencer a los cristianos a emprender un viaje a las entrañas del propio corazón y descubrir la propia dignidad
JRB
