El baldaquino de Bernini como nunca antes se lo habían imaginado. Entre andamios, lonas y plataformas metálicas. Esa ha sido durante nueve meses la imagen para los turistas que visitaban la basílica de San Pedro.
Todo recubierto mientras se termina una restauración histórica. Un monumento al que no se le sacaba su brillo original desde hace 250 años ahora volverá a relucir de cara al que será el gran evento de la Iglesia en 2025: el Año Santo.
P. ENZO FORTUNATO
Director de comunicación, basílica de San Pedro
Se trata de una restauración masiva con vistas al Jubileo. Hemos puesto el ejemplo de cómo en una familia, cuando alguien se casa, el hogar está de fiesta, hay ropa nueva… Y lo mismo ocurre con la basílica con vistas al Año Santo.
Con la satisfacción del trabajo prácticamente concluido, estas estructuras empezarán a retirase poco a poco. El día que peregrinos y turistas puedan volver a admirar en su totalidad esta colosal obra será este 27 de octubre.
CARD. MAURO GAMBETTI
Arcipreste de la basílica de San Pedro
Hemos elegido una fecha significativa por muchas razones, no solo porque el 27 de octubre se conmemora la Jornada Mundial de Oración por la Paz que San Juan Pablo II convocó en Asís en 1986, sino que también es una fecha importante porque concluirá el Sínodo que está en marcha con la celebración de la Eucaristía presidida por el papa Francisco.
Y si no confían en los resultados, miren esta imagen: el antes y el después de la mitra de uno de los padres de la Iglesia, en el altar de la cátedra de San Pedro. El oro que un día recubrió las impresionantes tallas de Bernini volverá a resplandecer de nuevo en el Vaticano.
CA