El Sínodo se abre por primera vez al público. Es una de las novedades que presenta este año la asamblea. Y es que, aunque todos los miembros deben guardar la confidencialidad, habrá sesiones en las que van a poder dialogar abiertamente con los fieles.
MONS. RICCARDO BATTOCHIO
Secretario especial del Sínodo
Son cuatro momentos en los que la asamblea se abre al exterior, sabiendo que los temas que se tratan interesan no solo a los participantes en la asamblea. Son temas que tienen una envergadura de la que participa el pueblo de Dios, la gente interesada con ellos que quiere estar informada no solo de la dinámica, no solo de lo que viene durante la sesión sino de qué va la sesión.
Será el 9 y el 16 de octubre a través de cuatro conferencias. Se harán de forma simultánea en dos sedes distintas en Roma: en la Curia de los Jesuitas y en el Agustinianum. Los temas son los siguientes: el pueblo de Dios como sujeto de la misión, la autoridad del obispo, la relación entre la Iglesia local y universal, y el ejercicio del primado.
MONS. RICCARDO BATTOCHIO
Secretario especial del Sínodo
Cada foro, cada reunión consta de dos partes: breves charlas de los ponentes y, a continuación, un tiempo, esperemos que suficientemente largo, de diálogo con el público de preguntas con respuestas de los ponentes.
Esto quiere decir que, a diferencia de años anteriores, en esta fase final los fieles podrán participar expresando sus dudas o perspectivas sobre los temas reservados exclusivamente, hasta ahora, a los 368 miembros.
CA