Quedan pocos días para que la guerra en Gaza cumpla un año. Y, desde el Patriarcado Latino de Jerusalén, se sigue abogando por el cese de las armas y el fin de la violencia.
Con un comunicado, el cardenal Pizzaballa expresaba su dolor y hacía un llamamiento a los católicos en Tierra Santa. El purpurado los ha convocado una jornada de oración, ayuno y penitencia para el 7 de octubre. Este ha sido parte de su mensaje:
Desde hace un año, Tierra Santa, y no solo ella, se ha visto sumida en un torbellino de violencia y odio nunca visto ni experimentado antes. La intensidad y el impacto de las tragedias que hemos presenciado en los últimos doce meses han desgarrado profundamente nuestra conciencia y nuestro sentido de humanidad.
Aquel 7 de octubre, Hamás atacó por sorpresa un festival de música al sur de Israel, dejando casi 1.200 víctimas. Desde entonces, la escalada de tensión en la región sigue en aumento.
CA