Los potentes mensajes del papa durante su visita a Bélgica no han pasado desapercibidos. Han generado reacciones, la mayoría positivas. Se ha visto cómo Francisco ha recibido ovaciones por sus discursos contra los abusos.
Pero hay quien no ha estado de acuerdo con sus declaraciones sobre la mujer en la Universidad de Lovaina. En la rueda de prensa de vuelta del viaje, Francisco respondió a un comunicado en el que tachaban sus palabras de “deplorables”.
FRANCISCO
Este comunicado se hizo en el momento en que yo hablaba. Estaba hecho de antemano y esto no es moral.
Veo que hay una mente obtusa que no quiere oír hablar de esto. La mujer es igual al hombre, es más, en la vida de la Iglesia la mujer es superior porque la Iglesia es mujer. En el ministerio, la mística de la mujer es superior al ministerio.
Y otra de las polémicas ha sido el anuncio del proceso de beatificación del rey Balduino, el monarca que se posicionó contra el aborto. Algunos, dijo la periodista, lo vieron como una injerencia política en la vida democrática de Bélgica. El papa respondió volviendo a aclarar su postura sobre esta práctica.
FRANCISCO
El rey fue valiente porque ante una ley de muerte no firmó y dimitió. Eso requiere valor, ¿no? Hace falta un político 'con pantalones' para hacer eso.
Se mata a un ser humano. Y los médicos que se prestan a esto son -permítanme la palabra- sicarios. Son sicarios. Y eso no se puede discutir. Se mata una vida humana.
Y la escalada del conflicto en Oriente Medio, ahora con el foco en el Líbano, sigue siendo una preocupación para Francisco. Durante su viaje, Israel acabó con el líder de Hizbollah; acción para la que, según los medios, se colocaron bombas de 900kg.
FRANCISCO
No entendí muy bien cómo fueron las cosas, pero la defensa siempre debe ser proporcional al ataque. Cuando hay algo desproporcionado, muestra una tendencia dominante que va más allá de la moral.
Francisco también habló de Canarias, donde naufragó una barca que dejó al menos nueve muertes y 48 desaparecidos. “Esto es de llorar”, fueron las palabras del papa, muy cercano al drama migratorio.
CA