En el vuelo hacia Luxemburgo para su viaje número 46, el papa, a diferencia de lo que suele hacer siempre, no saludó uno a uno a los periodistas en el avión.
Una vez en el país, Francisco se reunió con el Gran Duque Enrique, que empezará a ceder sus poderes a su hijo en octubre.
Después, tuvo lugar el discurso ante las autoridades políticas. El pontífice reconoció la historia de la nación, ocupada hasta dos veces en el último siglo. Más tarde, Luxemburgo fue miembro fundador de la Unión Europa y, a día de hoy, es uno de los países más ricos del mundo.
FRANCISCO
La riqueza -no lo olvidemos- es una responsabilidad. Por ello, pido que no se descuide a las naciones más desfavorecidas, sino que se les ayude a salir de sus condiciones de empobrecimiento.
Casi el 50% de la población es extranjera, según el censo de 2021. Hablando de la importancia de la migración, Francisco aplaudió el ejemplo positivo del país para el resto del mundo.
FRANCISCO
Luxemburgo puede mostrar a todo el mundo las ventajas de la paz frente a los horrores de la guerra, de la integración y la promoción de los migrantes frente a su segregación. Y, por ello, les doy las gracias, por ese espíritu de bienvenida, de acoger a los inmigrantes y darles también un lugar en su sociedad. Esto enriquece.
Pero a los líderes políticos del país, el Papa les hizo una petición.
FRANCISCO
Y permítanme añadir una cosa. He visto el porcentaje de nacimientos. Por favor, más niños, más niños. Es el futuro. Es el futuro. No digo más niños y menos perritos. Eso lo digo en Italia, pero vosotros más niños.
Antes de concluir su discurso, el papa pidió a Dios que bendijera Luxemburgo y luego salió a saludar a la multitud en el exterior.
AT
TR: CA