La catequesis del papa comenzó de un modo inusual. Con un anuncio de boda.
FRANCISCO
Queridos hermanos y hermanas: buenos días. Pero hoy querría empezar con una buena noticia. Os quería presentar a dos “suicidas”. Estos dos se casan este sábado. Un aplauso.
Se trata de dos trabajadores del Osservatore Romano, el diario oficial del Vaticano. Él es Arturo, de la edición española, y ella Monika, de la edición polaca. Ambos leen la resumen de las catequesis del papa en sus respectivos idiomas al terminar la audiencia de los miércoles.
En ese mismo día Francisco, como hace después de cada viaje, aparca el ciclo de catequesis habitual para hablar de la visita apostólica realizada. En este caso fue la que le llevó por Indonesia, Papúa, Timor Oriental y Singapur.
FRANCISCO
Una primera reflexión que me viene de modo espontáneo tras este viaje es que al pensar en la Iglesia todavía somos demasiado eurocéntricos, o como se dice: occidentales. Pero en realidad la Iglesia es más grande, mucho más grande que Roma o Europa, mucho más grande. Y también, me permito decir, mucho más viva en esos países.
El papa agradeció a Dios que le haya permitido realizar su sueño de joven, que era ir a evangelizar al Lejano Oriente y recordó cómo, una vez allí, le impactó el sacrificio que hacen los misioneros y catequistas por esas tierras.
JRB