(SOLO VÍDEO) Durante una rueda de prensa en su vuelo de regreso de Singapur, al papa le preguntaron por las próximas elecciones presidenciales en Estados Unidos. Dijo que ambos candidatos están «contra la vida»: «uno echa a los inmigrantes y otro mata a los niños». Pero enfatizó que los católicos tienen la responsabilidad moral de votar por el «mal menor».
RESPUESTA COMPLETA:
Ambos están en contra de la vida, tanto el que echa a los emigrantes como el que mata a los niños. Ambos están en contra de la vida. No se puede decidir, yo no puedo decir, no soy de Estados Unidos, no voy a votar allí. Pero seamos claros: tanto el no dar a los migrantes la posibilidad de trabajar como el no brindarles acogida es un pecado, es grave. En el Antiguo Testamento hay un estribillo: el huérfano, la viuda y el extranjero, es decir, el migrante. Estos tres son los que el pueblo de Israel debe proteger. Quien no cuida al migrante comete una falta, es un pecado, un pecado también contra la vida de esas personas. Celebré la Misa en la frontera, cerca de la diócesis de El Paso. Había muchos zapatos de migrantes, terminaron mal allí. Hoy hay una corriente de migración dentro de Centroamérica, muchas veces son tratados como esclavos porque se aprovechan de ellos. La migración es un derecho que ya estaba en la Sagrada Escritura y en el Antiguo Testamento. El extranjero, el huérfano y la viuda, no lo olviden. Esto es lo que yo pienso sobre los migrantes.
Luego, el aborto. La ciencia dice que en el mes de la concepción están todos los órganos de un ser humano, todos. Abortar es matar a un ser humano. Te guste o no te guste la palabra, pero es matar. La Iglesia no se cierra porque no permite el aborto, la Iglesia no permite el aborto porque mata. Es un asesinato, ¡es un asesinato! Y en esto debemos ser claros: alejar a los migrantes, no dejarlos desarrollarse, no dejarlos tener vida es algo malo, es maldad. Alejar a un niño del pecho de su madre es un asesinato, porque hay vida. Y sobre estas cosas hay que hablar claro. “No, pero sin embargo…”. Nada de “peros”, ambas cosas son claras. El huérfano, el forastero y la viuda: no olvidar eso.
¿Pueden existir circunstancias en las que sea moralmente admisible votar a un candidato favorable a la interrupción de la vida?
En la moral política, por lo general se suele decir que no votar es malo, no es bueno. Hay que votar y hay que elegir el mal menor. ¿Quién es el mal menor? ¿Esa señora o ese señor? No lo sé, que cada uno en conciencia piense y haga esto.
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