Doce días después, Francisco regresó del viaje más largo de su pontificado. Eso sí, el pontífice de 87 años, que visitará Bélgica en dos semanas, ha aclarado a los periodistas del vuelo papal qué viajes no hará y cuáles deben esperar.
Ante los rumores de que estuviese presente en la reapertura de la catedral de Notre Dame, el papa ha dejado claro que no está en sus planes ir a París.
China sigue siendo su ilusión y, sobre Argentina, vuelve a señalar que le gustaría, pero apunta que sigue sin estar decidido porque quedan asuntos que resolver. Donde Francisco sí tiene puesta la mirada es en el sur de España.
FRANCISCO
Estoy pensando un poco en ir a Canarias, porque allí hay situaciones de migrantes que vienen del mar y me gustaría estar cerca de los gobernantes y de la gente.
Precisamente la tragedia migratoria no solo afecta a Europa; en Estados Unidos está ahora en el centro del debate público. Más aún, días después del cara a cara entre Donald Trump y Kamala Harris. La pregunta que le hicieron al papa fue clara: ¿qué consejo debería dar a un votante católico para decidir entre un candidato a favor del aborto y uno que quiere deportar a los migrantes?
FRANCISCO
Ambos están en contra de la vida, tanto el que echa a los emigrantes como el que mata a los niños.
En la moral política, por lo general se suele decir que no votar es malo, no es bueno. Hay que votar y hay que elegir el mal menor. ¿Quién es el mal menor? ¿Esa señora o ese señor? No lo sé, que cada uno en conciencia piense y haga esto.
Y si de actualidad se trata, Francisco se pronunció sobre Venezuela. No se andó con rodeos a la hora de hablar de las dictaduras.
FRANCISCO
No he seguido la situación en Venezuela, pero el mensaje que daré a los gobernantes es que dialoguen y hagan las paces. Las dictaduras no sirven de nada y acaban mal, tarde o temprano.
Nada más aterrizar en Roma, el papa se dirigió a Santa María la Mayor, como suele hacer cada vez que concluye una visita apostólica. Este ha sido sido el viaje número 45 de su pontificado.
CA