La última etapa del viaje de Francisco fue en uno de los países más potentes del mundo a nivel económico: la ciudad-Estado de Singapur, donde los cristianos son en torno al 19% de la población.
Se trata de un lugar estratégico porque mantiene buenas relaciones tanto con China como con Estados Unidos. De hecho, en su discurso a las autoridades de Singapur el papa subrayó la importancia de la posición de este país a nivel internacional para promover la paz.
FRANCISCO
Singapur tiene también un papel específico que jugar en el orden internacional, esto no lo olvidemos, amenazado hoy por conflictos y guerras sangrientas, y me alegro que este país haya promovido el multilateralismo y un orden basado en reglas compartidas por todos. Os animo a seguir trabajando por la unidad y la fraternidad de la humanidad.
Al mismo tiempo el papa pidió que a nivel interno no impere un sistema que termine por marginar a los más vulnerables. Concretamente pidió una mayor atención a los pobres, a los ancianos y a los trabajadores migrantes.
FRANCISCO
Querría advertir del riesgo que conllevan un cierto tipo de pragmatismo y una cierta exaltación del mérito, cuya consecuencia no buscada legitima la exclusión de los que se encuentran a los márgenes de los beneficios del progreso.
La Santa Sede y Singapur establecieron relaciones diplomáticas desde hace más de cuatro décadas y la ciudad-Estado fue visitada por Juan Pablo II en una ocasión; en 1986.
JRB