Aunque el primer día completo del papa en Papúa Nueva Guinea consistió en algunas reuniones formales con autoridades y obispos, también se aseguró de dedicar tiempo a los niños.
Los visitó en el abarrotado polideportivo de la Escuela Secundaria Técnica de Cáritas, donde fue recibido con danzas y canciones tradicionales.
Los niños tuvieron la oportunidad de plantear algunas preguntas al Papa y no desaprovecharon la ocasión.
Un niño preguntó: «¿Por qué no tenemos oportunidades como otros niños?».
FRANCISCO
Realmente sólo tengo una respuesta a esta pregunta, y es que ninguno de nosotros es como los demás, porque todos somos únicos a los ojos de Dios. No es sólo que haya esperanza para todos como se ha dicho, sino que, yo añadiría, cada uno de nosotros tiene un papel y una misión en el mundo que nadie más puede cumplir.
Y en la segunda pregunta, los niños pidieron al papa un consejo para la vida: «¿Cómo podemos hacer del mundo un lugar más feliz?».
FRANCISCO
Aprendiendo día a día a amar a Dios y a los demás con todo nuestro corazón. E intentando aprender también en la escuela, todo lo que podamos para hacerlo de la mejor manera posible. Estudiando y poniendo nuestro mejor esfuerzo en cada oportunidad que se nos da para crecer, mejorar y afinar nuestros dones y habilidades.
Al final de la conversación, el papa dedicó un tiempo a bendecir y saludar a los niños. Y ellos le despidieron con otra canción.
AT
TR: JRB
