No podía faltar un encuentro del papa con personas desfavorecidas. En este caso Francisco se acercó a la sede de la Conferencia Episcopal de Indonesia para estar con personas que reciben asistencias por parte de las realidades caritativas de la Iglesia católica.
Para algunos esta visita fue como si un pedazo del cielo se les colocara al alcance de la mano. Y así se lo hicieron saber al papa.
Santo Padre, su compasión siempre nos da esperanza y su presencia nos asegura que nunca nos dejarán atrás.
Francisco dedicó más tiempo a saludar a los enfermos que a hablar y en algunos casos se pudo ver a los presentes visiblemente conmovidos.
Imágenes como esta han sido constantes a lo largo del viaje a pesar de que los cristianos son solo el 3%. La población de Indonesia ha demostrado ver con muy buenos ojos la figura del pontífice argentino.
NATS
JRB