Los obispos de la archidiócesis de Atlanta, en Estados Unidos, han mostrado su conmoción tras el tiroteo del 4 de septiembre en el instituto Apalachee de Georgia.
El agresor fue un chico de 14 años que acabó con la vida de cuatro personas: dos alumnos de 14 años y dos profesores. Otras nueve personas resultaron heridas y fueron hospitalizadas.
La declaración de los obispos dice:
No podemos ni queremos quedarnos de brazos cruzados y aceptar en silencio que decenas de miles de personas mueran cada año por arma de fuego en Estados Unidos y que esto simplemente forme parte de la vida normal. Tampoco podemos aceptar las excusas de los líderes políticos que dicen que no se puede hacer nada. No hacer nada es ser cómplice de la violencia.
Los obispos no rebajan su tono y piden a la clase política que hagan leyes que promuevan el “sentido común” con respecto al uso de armas de fuego para evitar que lleguen a las manos equivocadas.
AT
TR: JRB
