Le recibió el Gran Imán de Istiqlal, y ambos visitaron la entrada del túnel de la amistad que une la catedral de la Asunción con el templo musulmán.
La expectación era grande y muchas personas no dejaron de saludar al papa o de pedir su bendición. El pontífice ha gozado de una gran popularidad en el país.
Luego llegó el momento crucial. El encuentro junto a los líderes de otras religiones. El mensaje que quisieron dejar al mundo desde el sudeste asiático fue claro:
FRANCISCO
Que nadie ceda al atractivo del integrismo y de la violencia; que, en cambio, todos estén fascinados con el sueño de una sociedad y de una humanidad libre, fraterna y pacífica.
Y además de este mensaje de unidad ante el fanatismo religioso, los líderes también pidieron unir esfuerzos para cuidar del medio ambiente y combatir el cambio climático. Una declaración de intenciones que pretenden llevar a todos los fieles del mundo.
JRB