El 12 de agosto, el Secretario de Estado vaticano, preocupado por la escalada de violencia en Oriente Medio, llamó por teléfono al recién elegido presidente de Irán.
El nuevo mandatario, Masoud Pezeshkian, es cardiocirujano y juró su cargo a finales de julio. Es el primer presidente reformista el país en casi 20 años.
Pezeshkian ha recibido varias llamadas de líderes occidentales. El presidente de Estados Unidos y la canciller alemana han sido algunos de ellos. Le han pedido que no ataque de manera inminente Israel. De hacerlo, las consecuencias serían mayores.
El presidente ha expresado su deseo de evitar la guerra, pero también ha dicho que su país tiene "derecho a responder a los agresores". Este escenario se presenta tras el ataque de Israel a un comandante de Hezbolá en Beirut.
Según un comunicado difundido por el Vaticano, el nuevo presidente muestra su preferencia por el diálogo, la negociación y la paz.
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