De los Juegos Olímpicos de París directamente hasta el Vaticano. Primer oro en la historia para Guatemala y récord en su disciplina: el tiro al plato. Adriana Ruano lo tuvo claro. Su primera parada tenía que ser Roma. Y uno de los primeros en ver esa merecida medalla: el papa Francisco.
ADRIANA RUANO
Medalla de oro en tiro al plato (JJOO París)
Le enseñé la medalla. Le conté que fue la medalla para Guatemala y que me la bendijera. Pues el papa la agarró y yo le llevé también un pin de la delegación de Guatemala, que fue el que tuvimos ahorita en los Juegos Olímpicos.
Pero si de alguien se acordaba Adriana en ese preciso momento, era de su padre. Falleció un mes antes de que participase en sus primeras olimpiadas: las de Tokio. Lo sigue teniendo presente en cada uno de sus triunfos. Esa medalla de oro es para él.
ADRIANA RUANO
Medalla de oro en tiro al plato (JJOO París)
Todo este tiempo, esta semana, me he puesto a pensar qué diría mi papá, cómo estaría, me lo imaginaba ahí en la audiencia también, porque mi papá era muy, muy entregado a Dios. Ay, sí. He pensado muchísimo en él, porque me lo imagino aquí con nosotros, con la familia unida. No sé… Es al que he tenido más presente.
Pero su deporte nunca fue el tiro al plato. Adriana se dedicaba a la gimnasia. Un revés en su vida hizo que todo cambiase. Caerse y levantarse es algo para lo que uno nunca está entrenado.
ADRIANA RUANO
Medalla de oro en tiro al plato (JJOO París)
Yo practiqué 14 años gimnasia. Mi sueño siempre fue participar en unos Juegos Olímpicos en este deporte y a los 16 años, en el 2011, me detectan una lesión en la columna que venía desde muchos años antes y ahí sí que pasé un año de recuperación, utilizando un corsé. Ya después de ese año, el médico fue claro y me dijo: “Mirá, regresar a la gimnasia no es opción”.
Ahora la medallista de tiro al plato volverá a Guatemala, aunque ya tiene la vista puesta en los siguientes Juegos. No todo el mundo puede decir que regresa a su país con un oro olímpico bajo el brazo.
CA