Y de nuevo, en Roma, nevó en pleno verano.
Del techo caen pétalos blancos perfumados que simbolizan el milagro que se dice que ocurrió en Roma en el siglo IV en lo que hoy es Santa María la Mayor.
Francisco se desplazó hasta allí para presidir el rezo de las vísperas. Dijo que su visita precede a la que miles de peregrinos realizarán allí durante el próximo Jubileo.
FRANCISCO
Hoy nosotros estamos aquí reunidos como una especie de avanzadilla e invocamos su intercesión por la ciudad de Roma, nuestra ciudad, y para el mundo entero, especialmente por la paz: la paz que es verdadera y duradera solo si sale de corazones arrepentidos y de corazones perdonados. El perdón hace la paz.
Esta basílica está considerada como el primer santuario mariano de Occidente y es uno de los lugares que más devoción suscitan en Roma. Allí está el icono de la patrona de la ciudad, la Salus Populi Romani, ante la cual rezó el papa al terminar la celebración.
JRB