Francisco está cristalizando la tradición de visitar el centro estivo que se organiza en el Vaticano para los hijos de los empleados. Se trata de un espacio cercano a los Museos.
Allí hay campos deportivos al aire libre. Francisco saludó a los jóvenes que hacen de monitores para agradecerles su trabajo.
Algunos de vosotros habéis sido niños antes y ahora sois colaboradores y ayudáis con esto. Gracias. Es un trabajo hermoso. Es un trabajo que hace crecer, un trabajo de acompañamiento. Os lo agradezco mucho.
Como suele hacer siempre que se ve con jóvenes, el papa dedicó mucho tiempo a responder a sus preguntas con sencillez. Uno de ellos le preguntó qué hacía de pequeño en verano.
Nosotros cuatro íbamos con los abuelos. Dos con los maternos y dos con los paternos y luego nos cambiábamos al mes siguiente. Pasábamos las vacaciones con los abuelos. Era muy hermoso. Yo tuve la gracia de tenerlos hasta los 16 años a los cuatro.
También le preguntaron cómo los jóvenes pueden convertirse en promotores de la paz.
Promover la paz es lo más hermoso, lo más hermoso de la vida y debemos aprender a hacer las paces en casa cuando nos peleamos con los hermanos o nos enfadamos. Nunca vayáis a la cama sin haber hecho las paces. ¿Habéis entendido?
Sí.
Digámoslo todos juntos: nunca ir a la cama sin hacer las paces.
El papa dijo que promover la paz afecta a todos, desde niños a mayores. Y al terminar el encuentro los 300 pequeños lanzaron estos globos biodegradables en los que se podía leer la frase “Eres precioso a los ojos de Dios”.
KG