El templo más importante de la cristiandad también tiene su párroco. Se trata del padre Agnello, un franciscano que ha visto multiplicarse la participación de los fieles en estos últimos tres años.
P. AGNELLO STOIA
Párroco de la Basílica de San Pedro
“Al llegar, me di cuenta de que frente al ruido que generaba el alto número de visitantes de la Basílica se había adoptado una solución. Se trataba de crear espacios aislados, para que los fieles pudieran rezar con serenidad. Y lo entiendo. Pero la estrategia que hemos adoptado es totalmente la contraria. Se trata de involucrar a todos en la liturgia, toda la Basílica. De modo que quien entra en la Basílica, entre en una atmósfera de cantos, del incienso… Que se sienta plenamente en una Iglesia. ¡Porque estamos en una Iglesia! Sobre todo, es una Iglesia”.
El objetivo del párroco de la Basílica es facilitar el acceso a los sacramentos, sin favoritismo o discriminación.
P. AGNELLO STOIA
Párroco de la Basílica de San Pedro
“Para bautizarse en San Pedro, para casarse aquí basta con escribir al [email protected] . Las monjas responden. Se acuerda una fecha, se reclaman los documentos de preparación y después se viene a casarse o al bautismo en San Pedro. Son muchos los que lo piden y tratamos de acoger a todos”
No es fácil atender a las 30.000 o 40.000 personas que cada día visitan este templo. Pero sí se puede dar una atención preferente a quienes vienen para rezar.
P. AGNELLO STOIA
Párroco de la Basílica de San Pedro
“El acceso a San Pedro está diferenciado. Hay un toldo blanco en la plaza que está dedicado a quienes vienen a rezar. Por tanto, quienes vienen a confesarse o a rezar un rato, en la capilla del Santísimo o a celebrar la Misa o participar en la liturgia de la Basílica, no deben esperar una fila tan larga”.
El resultado de esta nueva estrategia está a la vista de todos.
P. AGNELLO STOIA
Párroco de la Basílica de San Pedro
“¿Cómo es posible, con grandes números, saber si funciona o no funciona? La presencia en la capilla del Santísimo Sacramento, la participación en las misas y en los confesionarios… Pregúntele a los confesores. Nos dicen que ha habido un incremento, cada vez más gente…”
Un cambio en San Pedro que servirá de modelo para muchos otros templos del mundo.
AO
