La Iglesia católica australiana ha vivido una gran inyección de moral. En Sídney, hasta 15.000 personas salieron a las calles durante la procesión eucarística anual del Corpus Christi.
MONS. RICHARD UMBERS
Obispo auxiliar de Sídney
La participación fue el doble con respecto a los últimos años.
Se ve cómo el Espíritu Santo está actuando en la gente gracias a cómo respondieron a nivel parroquial. Hay mucha devoción por los santos y por celebrar la Iglesia.
El obispo Umbers señala que la creciente participación en el Corpus probablemente se debe a lo mucho que se promovió en las redes sociales y en las mejoras a nivel logístico. Por ejemplo: pusieron más buses a disposición para los participantes. Pero más que eso, observa un mayor deseo entre los australianos de profesar su fe públicamente, especialmente tras la pandemia.
MONS. RICHARD UMBERS
Obispo auxiliar de Sídney
Hay una creciente concienciación o hambre de lo que faltaba en ese momento… Se despertó el deseo de estar con el Señor, de sentir que está con nosotros. Y también hay un recorte de nuestras libertades religiosas. Esto se está acentuando y se puede ver que hay una tensión creciente en términos de una comprensión cristiana de la persona humana y del mundo que se contrapone a otras formas de ver nuestro sitio en el universo.
Sus procesiones incorporan elementos culturales de todo el mundo. Es un reflejo de la sociedad cosmopolita australiana. El obispo Umbers había recogido algunas ideas durante su estancia en la JMJ de Portugal. Aprovechó ese viaje para ver procesiones nocturnas en Fátima y viajar a Sevilla para asistir a una procesión de la fiesta de la Asunción. Dice que lo que más le llamó la atención fue la gran pasión que demostraron los jóvenes.
MONS. RICHARD UMBERS
Obispo auxiliar de Sídney
Vi el auténtico deseo, sobre todo por parte de los jóvenes, de llevar la estatua sobre sus hombros y vivir esa fraternidad. Hay un verdadero sentimiento de pertenencia.
En el futuro, la archidiócesis de Sídney espera contratar a alguien a tiempo completo para gestionar estas procesiones. Y confían en que el número de participantes siga creciendo a medida que más y más jóvenes se involucren en la Iglesia.
AT
TR: JRB