Israel quiere cobrar impuestos sobre las propiedades de la Iglesia. Se trata de la tasa municipal, la Arnona, de la que la institución está exenta por antigüedad. La han reclamado los ayuntamientos de ciudades como Jerusalén, Nazaret o Tel Aviv.
Una decisión que los líderes y patriarcas cristianos han calificado de “ataque coordinado”. Dicen que va en contra de lo que se conoce como status quo. Es decir, se ponen en duda los acuerdos históricos mediante los cuales los cristianos tienen una ventaja fiscal sobre sus inmuebles; dinero que se destina a hospitales, conventos o escuelas.
Esta posición se la han hecho llegar al primer ministro de Israel, Netanyahu, a través de un comunicado conjunto. Lo firman, entre otros, el cardenal Pizzaballa, el custodio franciscano de Tierra Santa o los patriarcas ortodoxos griego y armenio.
No es la primera vez que esto sucede. En 2018, tuvo lugar una situación similar, que acabó con el cierre de la Iglesia del Santo Sepulcro durante tres días hasta que el gobierno de Israel revocase la decisión.
En esta nueva misiva, los jefes de estas iglesias hacen referencia a lo que ya ocurrió. Señalan que los recientes procedimientos legales son contrarios al acuerdo anterior alcanzado. Además, acusan al gobierno de querer expulsar a los cristianos de Tierra Santa, zona en la que son una minoría: menos del 2%.
Si el impuesto llega a realizarse la presencia cristiana en Oriente Medio sufriría un nuevo golpe puesto que las continuas crisis y guerras de los países de alrededor ya ha fomentado el éxodo. Así lo señalaba el cardenal Pizzaballa en septiembre de 2023, días antes de ser creado cardenal.
CARD. PIERBATTISTA PIZZABALLA
Patriarca Latino de Jerusalén
La motivación; la razón de este éxodo está lógicamente ligado a la situación política de los países de Oriente Medio, países que en algunos casos son más virtuales que reales porque no son capaces de controlar el propio territorio que vive en la pobreza extrema. En esa situación, la pobreza no es novedad, pero las perspectivas de futuro son muy frágiles, muy débiles. No se ven, por lo que la fe en que haya un cambio es frágil, muy débil y esto facilita mucho la emigración. No emigran solo los cristianos. Emigran todos. Solo que los cristianos son pocos por lo que la presencia en estas tierras se complica más.
El éxodo de cristianos de Oriente Medio podría debilitar la posición de las iglesias en lugares clave como Tierra Santa, además de significar un paso más en la extinción de parte de la cultura e historia de la región.
CA