La Doctrina de la Fe citó a declarar el 20 de junio al arzobispo Viganò, el que fuera nuncio en Estados Unidos de 2011 a 2016. Se le acusa de delito de cisma por haber realizado declaraciones públicas que niegan la legitimidad del papa Francisco y rechazan el Concilio Vaticano II.
Ha sido el propio Viganò el que ha anunciado en sus redes sociales que se le abría un proceso penal extrajudicial. Dice haberse enterado por correo electrónico y señala suponer que su sentencia ya está preparada. Además, añade que estas acusaciones son un honor para él porque confirman lo que ha defendido en sus discursos.
No es casualidad que la acusación contra mí se refiera al cuestionamiento de la legitimidad de Jorge Mario Bergoglio y al rechazo del Vaticano II: el Concilio representa el cáncer ideológico, teológico, moral y litúrgico del que la "iglesia sinodal" de Bergoglio es la metástasis necesaria.
Una de las acusaciones de Viganò contra el papa la dejó por escrito en una carta en 2018. Decía que Francisco no había actuado inmediatamente cuando conoció los abusos cometidos por el cardenal McCarrick. Por ello, el exnuncio pidió la dimisión del pontífice.
La respuesta del papa llegó en la rueda de prensa de vuelta de Irlanda, cuando los periodistas le pidieron que comentara esa dura carta.
FRANCISCO
Leí esta mañana ese comunicado.
Leedlo atentamente y sacad vuestras conclusiones. Yo no diré una palabra sobre él. Creo que el comunicado habla por sí mismo y vosotros tenéis la capacidad periodística suficiente para sacar vuestras conclusiones.
En la carta enviada por el Dicasterio a Viganò se advierte que, de no presentarse o informar a la Doctrina de la Fe antes del 28 de junio, se le juzgará en su ausencia.
CA
